15 de julio de 2025 Legislación
Los cinco nuevos derechos que transformarán el trabajo de las empleadas del hogar en España
Se aprobaron cinco derechos laborales esenciales para un colectivo que, durante décadas, ha trabajado sin la protección que sí tenían otros sectores.
Con esta reforma, las trabajadoras domésticas entran de lleno en el marco de seguridad y salud laboral del resto de profesionales, poniendo fin a una situación de desigualdad que llevaba años siendo denunciada por organizaciones y plataformas de cuidados.
A continuación, explicamos de forma clara los cinco derechos clave reconocidos por este decreto.
1. Derecho a la evaluación de riesgos laborales
Por primera vez, las empleadas del hogar tendrán derecho a una evaluación formal de los riesgos laborales presentes en sus lugares de trabajo.
Esto implica que:
- El empleador debe identificar los riesgos del domicilio.
- Debe adoptar medidas preventivas para reducir o eliminar esos riesgos.
- Se prohíbe expresamente trasladar los costes a la trabajadora.
Para facilitar el proceso, el Gobierno habilitará una herramienta online que guiará a los empleadores paso a paso.
Este derecho supone una auténtica revolución: por fin el hogar —como centro de trabajo— debe ser evaluado igual que cualquier otro entorno laboral.
2. Derecho a equipos de protección adecuados
Otra novedad esencial es la obligación del empleador de proporcionar equipos de protección individual (EPIs) a la trabajadora. Esto incluye, entre otros:
- Guantes
- Mascarillas
- Productos o herramientas seguras
- Material de protección frente a agentes químicos o tareas de riesgo
Las empleadas domésticas ya no tendrán que trabajar sin protección o asumir ellas mismas el coste del material. Además, el empleador deberá reponer estos equipos cuando sea necesario.
3. Derecho a abandonar el trabajo en caso de acoso o violencia
El decreto introduce una protección sin precedentes frente al acoso laboral, sexual o la violencia en el hogar.
A partir de ahora, si una empleada sufre:
- Acoso laboral
- Acoso sexual
- Violencia física o psicológica
tendrá derecho a abandonar el puesto de trabajo de forma inmediata, sin que pueda considerarse dimisión ni motivo de despido.
Además:
- Se creará un protocolo específico contra el acoso en el ámbito doméstico.
- Este protocolo deberá estar plenamente operativo en el plazo de un año.
Una medida que reconoce la vulnerabilidad del entorno doméstico y la necesidad de proteger a quienes trabajan en él.
4. Reconocimientos médicos gratuitos
Por primera vez, las trabajadoras del hogar tendrán derecho a reconocimientos médicos periódicos y gratuitos, adaptados a los riesgos reales de su actividad.
Estos exámenes:
- Se realizarán a través del Sistema Nacional de Salud.
- No implican ningún coste para el empleador.
- Permiten detectar afecciones derivadas del trabajo (carga física, exposición a químicos, etc.).
Este derecho supone un avance esencial, ya que este colectivo no contaba hasta ahora con una vigilancia mínima de su salud laboral.
5. Derecho a interrumpir la actividad ante un riesgo grave
Las empleadas del hogar podrán detener su trabajo de inmediato si consideran que existe un riesgo grave e inminente para su salud o integridad.
Esto incluye:
- Dejar la actividad
- Abandonar el domicilio si la situación lo exige
- Sin que pueda ser sancionada ni despedida
Además, cuando se detecte un riesgo grave, el empleador estará obligado a adoptar medidas de protección.
Para reforzar esta medida, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) desarrollará una herramienta digital que ayudará a realizar estas evaluaciones. Estará disponible en un plazo máximo de diez meses.
Eso sí, las obligaciones de prevención no serán exigibles hasta seis meses después de la publicación del decreto, por lo que su aplicación real se extenderá hasta 2026.
Un cambio histórico para un sector esencial
Este paquete de derechos supone un avance largamente esperado para dignificar y proteger a quienes realizan labores fundamentales en los hogares españoles. Con esta reforma, España se alinea por fin con los estándares europeos de protección laboral, reconociendo que el cuidado y el trabajo doméstico merecen la misma seguridad que cualquier otra profesión.
Sin duda, un paso clave hacia la dignificación del sector y una mejora sustancial de las condiciones de vida y trabajo de más de 350.000 empleadas del hogar.

