3 de marzo de 2023 Consejos del experto

Cuidar de una persona con discapacidad

Cuidar de una persona con discapacidad es una labor complicada que exige un gran esfuerzo físico y mental, además de una dedicación constante.

Asimismo, para ser un buen cuidador es necesario ser una persona empática, amable, simpática y contar con una actitud positiva ante la vida, así como poseer ciertos conocimientos mínimos sobre cuidados a personas con discapacidad o en situación de alta dependencia.

Para poder ofrecer los mejores cuidados a cualquier persona con discapacidad o movilidad reducida lo primero es conocer a fondo el historial personal y médico de aquel a quien se va a cuidar.

La discapacidad puede ser física, funcional, visual, sonora, psicosocial o de índole psicológica.

Y dependerá también de la edad, pues no requieren los mismos cuidados los niños, los jóvenes o las personas mayores.

Los cuidados necesarios son:

  • Revisiones regulares: Saber en qué estado se encuentran en cada momento resulta esencial para poder ofrecer los cuidados que necesitan las personas con algún tipo de limitación física o mental.
  • Por ello, además de no faltar a ninguna visita médica, terapia o sesión de rehabilitación, la persona que está a cargo de su cuidado también debe encargarse de la administración de todos los medicamentos que le sean prescritos.
  • Actividad física diaria: Un paseo de media hora o unas tablas básicas de gimnasia centradas en los movimientos articulares o la tonificación en aquellos que no puedan salir a la calle bastarían para tener cubierta la actividad física diaria.
  • Alimentación equilibrada: Deben llevar una dieta saludable, equilibrada y en porciones adecuadas.
  • Cuidado personal: Mantener en un perfecto estado de aseo a las personas con discapacidad es imprescindible, como también lo es vestirlas y arreglarlas a diario, incluso aun cuando estas no vayan a salir de casa.
  • Establecer horarios: Son muchos los estudios médicos que han demostrado que disponer de unos horarios fijos y establecer una serie de rutinas diarias ofrece enormes beneficios a nivel mental.
  • Productos y accesorios adecuados: Cada persona dependiente debe estar equipada con los accesorios y productos necesarios para facilitar la movilidad, y las tareas del cuidador: silla de ruedas, camas articuladas, rampas de acceso
  • Cuidado del hogar: Mantener el hogar limpio y ordenado es otro aspecto clave en el cuidado de una persona con discapacidad. En función del grado de discapacidad de la persona de la que se está a cargo es posible que, además de limpiar, también se tenga que cocinar, lavar la ropa, planchar o encargarse de hacer la compra.
  • Cuidado emocional: El cuidador, además de cubrir todas las necesidades fisiológicas de la persona que tiene a su cargo, debe ser capaz de acompañarle física y emocionalmente, darle conversión, realizar distintas actividades junto a ella.
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